jueves, 16 de julio de 2009

Canción (Mário Quintana) (traducción)


Llevé un caracol a mi oreja
Una concha de caracol.
Escuché
Voces amadas
Que yo juraba
Eternamente perdidas.
Una había entre las otras más grave
Tan clara y alta se erguía...
Que yo costee más descubrí que era mi propia voz:
Sesenta años había
O más
Que allí estaba encerrada.
Mi Dios, las cosas que preguntaba!
Yo las dejé sin respuestas.
Las otras voces, más graves
Tampoco
Ninguna le respondía.
El mundo es una bocina hueca,
Chiquito...
Mundo de voces perdidas
En donde apenas el eco
Eternamente
Repite las mismas preguntas.

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